Mensaje certero
Es importante escuchar el mensaje completo emitido por el Gobernador, Carlos Joaquín González, a propósito de los acontecimientos de Cancun el día de ayer, porque desde el principio entra -sin dudarlo, con certidumbre y sin mediaciones- para responder a un desafío político, es decir a uno criminal de altos vuelos, y no solamente a un reto violento lanzado en las calles por un puñado de malosos atrevidos.
Desde el primer día del mandato y atendiendo al reclamo ciudadano dijimos que pondríamos orden y que se haría justicia. Y si ladran es que avanzamos, Sancho. Muy bien. No nos vamos a detener. Vamos con todo hasta donde tope. Eso es lo que dijo, parafraseando, para abrir bocado.
Así debe entenderse el tono que utilizó porque no pueden interpretarse de otra manera las características de los acontecimientos. No fue sólo que intentaran entrar al rescate de algún detenido en el corazón local de la Justicia (lo cual ya tiene de sí un alto grado de arrojo provocador) sino que se dedicaron -de manera inusual en las formas de operación de los tentáculos violentos del pulpo llamado Crimen Organizado-, a generar a lo largo del tiempo y en puntos neurálgicos de la ciudad la condición de caos, intimidación, falta de control y, por tanto, de ingobernabilidad.
El tipo de información, (simultánea y posterior), circulada sobre todo en las redes sociales, confusa, contradictoria y alarmista, complementa el intento. Hablar de toque de queda y emitir supuestos comunicados oficiales suspendiendo las labores escolares deja más que claras las intenciones de la estrategia fallida.
Toca a los ciudadanos tomar el control de la ciudad, repeler las provocaciones viviéndola con normalidad y seguir proyectándola positivamente hacia el mundo; sin confianzas fingidas pero sin caer presa de falsas alarmas.
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